València, 16 enero de 2017
Después del paseo y de la entrevista con Irene y Laura, cenamos al son de Malva, una radio comunitaria y anarquista de la región donde estamos, El Cabanyal, próxima a la playa y al puerto. Sobre el Valenciano, algunas informaciones: es la lengua oficial de la Comunidad (estado) homónima, que así como Cataluña, el País Vasco y Galicia, tiene un Estatuto de Autonomía en relación a España (lo que está lejos de decir que son independientes , sólo tiene algunas prácticas autónomas respecto al país). La Wikipedia nos dice que es una de las principales variantes dialectales del catalán, con el catalán central y el balear, pero mejor no hablar por aquí que es una variante de catalán…
Valéncia, 17 enero de 2017
El Cabanyal es una típica zona balnearia, vacía en este invierno frío, ventoso y de cielo muy azul. Con las maletas y mochilas a hombro, salimos por un metro de superficie (tranvía) que atraviesa el barrio: casas antiguas, calles estrechas, avenidas anchas y un pequeño rastro del mar muy azul en la lateral derecha de la janela del tren. Siguemos de pie con cuidado para que las maletas no anden solas en las curvas que el tren hace en el camino.
Fuímos para la Universidad Politècnica de Valencia entrevistar a dos profesores, Diego Alvaréz y David Pardo, y visitar el Área Hacker, un espacio recién creado – probablemente somos los primeros de fuera de la Universidad a conocer – para que los hackers pueden desarrollar soluciones para trabajar con los datos abiertos de la ciudad. Por el momento el Área es una pequeña sala dentro de la universidad, que conocemos después de almorzar en la cantina más cercana – paella, ensalada, vino y pan a 4 Euros, de las mejores y más baratas comidas que hemos hecho hasta aquí.
La charla con Diego y Daniel fue la más rápida que hicimos durante el proyecto. A finales de la mañana del 17 de enero, aprovechamos una brecha de la siempre llena agenda de profesores universitarios y conversamos por cerca de 15 minutos sobre hackers, datos abiertos, universidad y conocimiento – el almuerzo, la presentación y despedida duró poco más de una hora. El mismo día iríamos a Barcelona, en autobús, en un pasaje barato comprado por internet hace unos días. La prisa post-entrevista para tomar el bus y la lluvia ligera que caía nos hizo tomar el primer y único taxi durante el viaje por España, desde la Universidad hasta la Terminal de Autovía de Valencia.
Diego Alvaréz, con quien contactamos inicialmente por e-mail para la entrevista, se presenta como um civic hacker, PhD, professor, utópiko y activista político. Es director de la Càtedra Govern Obert en la Universidad Politécnica de Valencia y desde ella hizo un acuerdo con la alcaldía de la ciudad, junto a la Concejalía de Transparencia, Gobierno Abierto y Auditoría Ciudadanana (uma espécie de secretaria), para firmar la creación del Área Hackers Cívicos en la universidad. La asociación nació para fomentar procesos, formaciones y proyectos de datos abiertos y transparencia en la ciudad, partiendo a su inicio, noviembre de 2016, con cuatro becas de investigación (de 8 meses) financiada por el ayuntamiento para que investigadores puedan desarrollar sus proyectos.
Algunas de los actividades ya producidas por la Area son: Migrador, proyecto que busca recopilar los datos disponibles en torno a la situación de la población extranjera que reside en València; Misoff, un bot de Telegram para el análisis de letras de canciones de carácter misógino; Talleres de formación, como este de Pablo Martín, entrevistado aquí en Enfrenta, sobre Web Scrapping; un Informe de Identificación y Caracterización de Iniciativas de Datos Generados por la Ciudadanía, documento de investigación que apunta caminos y soluciones para el Ayuntamiento construir mejores herramientas de participación social de los valencianos; entre algunos otros que se pueden ver en el sítio.
Un año después de la entrevista, la Cátedra y el Área Hacker continúan sus actividades, «aunque más despacio de lo que nos gustaría», nos dijeron los profesores por correo en marzo de 2017. Es posible seguir el trabajo de la cátedra en Twitter. Hub Cívico, colectivo que Diego también hace parte, tiene um twitter muy activo, así como el próprio Diego, muy atento a proyectos de datos, ciudadanía, periodismo y participación social. Com la creación de la Escuela de Innovación Cívica em València – iniciativa en que Factoría Cívica que ya entrevistamos aquí también hace parte – la propuesta de Diego es desarollar en el espacio un «Laboratório de Tecnopolítica», que tiene por objectivo ser espacio abierto para experimentar (haciendo) nuevas formas de activar, transformar, resistir, monitorar y para mejorar el sistema democrático actual. «Los datos son el combustible, pero necesitamos crear vehículos para trabajar con esos datos para ser útiles para la sociedad», finaliza Diego.
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